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Podemos excluye el uso medicinal de su Ley del Cannabis

Lucía Muñoz

NOTICIAS: 07.10.2021

La norma legaliza su consumo siempre y cuando no esté relacionado con el ámbito terapéutico, médico o farmacéutico

 

MADRID. Unidas Podemos ha cumplido su promesa de tener lista la Ley de Regulación Integral y Control del Cannabis en personas adultas en estas fechas. El grupo ha presentado este miércoles la normativa en el Congreso de los Diputados con la que pretende despenalizar el cultivo y la tenencia de esta sustancia a nivel nacional. Sin embargo, dicha norma no tendrá aplicación en el uso medicinal.

Además de legalizar su cultivo, distribución y venta, la ley permite la tenencia y consumo de productos del cannabis, excluyendo, eso sí, su uso y consumos terapéuticos, medicinales, médicos o farmacéuticos del cannabis y la investigación ligada a los mismos, tal y como hace constar el documento.

El próposito, tal como señala el grupo en el propio texto es «la regulación de los productos del cannabis de una forma responsable, aprendiendo de los errores cometidos en las regulaciones del alcohol y del tabaco».

En referencia concreta al ámbito sanitario, desde Podemos aseguran, no obstante, que, la falta de lesgislación impide acceder a tratamientos a aquellos «pacientes cuyas patologías son susceptibles de ser tratadas con cannabis«, por lo que piden abordar el acceso a esta sustancia con fines medicinales y terapéuticos y seguir así la estela de países como Alemania, Dinamarca, Italia, Grecia o Portugal.

Ven por tanto «incomprensible» que, aunque no permite su acceso, sí exista un sistema de licencias de producción e investigación con cannabis medicinal gestionado por la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (Aemps).

Ley específica del cannabis impulsada por Sanidad

En este sentido, abogan por una regulación sanitaria específica , «al margen de la que se plantea en esta ley», a través del sistema sanitario público, «como sucede con cualquier otro medicamento» y dada la situación de vulnerabilidad en la que viven miles de pacientes de diversas patologías en nuestro país. «Estas personas, muchas de las cuales conocen de primera mano la eficacia del cannabis y sus derivados, ven cómo la ilegalidad de la planta hace que el acceso a la misma sea complejo, e incluso peligroso, al no haber ningún control sanitario».
El partido recuerda que en diciembre de 2020, la Comisión de Estupefacientes, el órgano ejecutivo de la ONU en políticas de drogas, reconocía las propiedades terapéuticas de la planta, incluyéndola en la lista de estupefacientes que requieren control por su potencial psicoactivo, pero que pueden ser accesibles para aplicaciones médicas. Esto, según Podemos, abre la puerta a la investigación con cannabis y facilita que más profesionales de la salud puedan abordar sus usos medicinales, aunque en España todavía no se ha hecho.
«Es una contradicción flagrante el hecho de que las leyes que, teóricamente, se han desarrollado para proteger la salud pública sean precisamente las que, en este caso, impidan su protección y ataquen el derecho a la calidad de vida de pacientes y familiares», critican, aludiendo al componente estigmatizador que a menudo se asocia a su uso.

Más en detalle, defienden que el cultivo de cáñamo industrial para el aprovechamiento de Tetrahidrocannabinol (THC), también llamado cannabis no psicoactivo, está prohibido a ojos de la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS) por la «forma» que tiene y no por los efectos que puede provocar, en este caso, ninguno, al no tener estas sumidades potencial psicoactivo.

La formación, consciente de que no se trata de una sustancia inocua, pretende informar sobre los riesgos y daños asociados a su consumo y sobre las estrategias para prevenir y reducir los mismos, comprometiéndose a realizar campañas de monitoreo y evaluación. Es más, la norma recoge la creación de la Agencia Española de Control de la Regulación Integral del Cannabis (Aecric), cuya junta directiva deberá estar formada por al menos un miembro del Ministerio de Sanidad.

¿Cómo y dónde se podrá consumir cannabis?

Los límites impuestos en la legislación son claros. El consumo del cannabis solo podrá llevarse a cabo en el ámbito privado y en los espacios habilitados en la ley con un máximo de 20 metros cúbicos de fronda para el autocultivo, o máximo de 10 gr. de consumo al día.

Su idea es establecer un sistema de licencias «con un fuerte control por parte del Estado y las comunidades autónomas», ya que no se podrán realizar cultivos en interior salvo que el 90 por ciento de la potencia eléctrica total empleada para su producción provenga de fuentes de energía renovable producidas por la propia empresa titular de la licencia. Además, se establecen ventajas fiscales para zonas despobladas para «promover el desarrollo de estos proyectos en la España vaciada».

¿El objetivo? «Sacar a flote una economía sumergida que se está desarrollando en la clandestinidad y que generaría miles de puestos de trabajo».

La formación morada asegura que seguirá trabajando para construir una mayoría parlamentaria para sacarla adelante». De hecho, el mes que viene tiene previsto celebrar unas jornadas para que la sociedad civil forme parte también de este debate. «Comienza la cuenta atrás para su debate en el Pleno del Congreso», ha anunciado Lucía Dalda, diputada de Unidas Podemos en la Cámara Baja.
Su socio de Gobierno, PSOE, ya adelantó hace unos meses su predisposición a crear «un marco legal para el uso del cannabis medicinal a través del Sistema Nacional de Salud y con prescripción médica».
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