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ENTREVISTA A SHARON GOODALL: «Necesitamos una regulación para el tabaco respaldada por la ciencia»

Doctora Sharon Goodall, directora mundial de Regulación Científica de British American Tobacco. (Foto: cortesía)

NOTICIAS: 03.01.2022

La directora mundial de Regulación Científica de British American Tobacco (BAT) considera que los gobiernos deberían centrarse en la reducción de los daños del tabaco como una estrategia de salud pública para reducir la prevalencia.

 

Ya son 60 los países que están dando pasos firmes hacia una meta mundial: reducir el consumo de tabaco en un 30% entre 2010 y 2025; casi el doble que hace dos años, cuando solo perseguían este objetivo 32 países, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). En España, por ejemplo, el Ministerio de Sanidad ha perfilado recientemente algunos flecos del Plan Integral Contra el Tabaquismo, que incluye, entre otras medidas, el aumento de los lugares libres de humo, el empaquetado genérico de las marcas de tabaco y la equiparación por ley de las restricciones a los cigarrillos electrónicos.

Esta última cuestión sigue posicionada en el centro del debate mundial. En algunos países como Reino Unido, las autoridades fomentan este hábito como herramienta para reducir el daño causado por el tabaco de combustión. Otros como Australia, sin embargo, han desarrollado duras legislaciones. ¿Por qué estas diferencias? Por un lado, se posicionan los que defienden que este tipo de productos pueden ser una buena alternativa para aquellos con dificultades para abandonar esta costumbre, ya que permiten la inhalación de nicotina a través de sistemas que no alcanzan la combustión. Por otro (entre ellos la OMS), están los que rechazan tajantemente esta posibilidad apoyándose en dos motivos clave: la falta de evidencia científica sobre si estos productos son realmente menos perjudiciales, y el riesgo de que los jóvenes puedan acercarse a ellos si los perciben como «menos dañinos».

Para tratar estas y otras cuestiones alrededor del tabaco calentado y los vapeadores, hablamos con Sharon Goodall, directora mundial de Regulación Científica de British American Tobacco (BAT), en el centro de I+D global de BAT en Southampton, Reino Unido, donde actualmente lidera la verificación científica de la estrategia de reducción de daños del tabaco en la compañí

PREGUNTA. En la actualidad, 1.300 millones de personas fuman en todo el mundo. Conociendo como conocemos los riesgos que conlleva, ¿por qué la gente sigue fumando?

RESPUESTA. La gente ha fumado tabaco durante miles de años. Las personas son conscientes, desde hace mucho tiempo, que fumar comporta graves riesgos para la salud, y que la única forma de evitarlos es no empezar a fumar, o dejar de hacerlo. Para animar al cambio a quienes, de otro modo, seguirían fumando, hemos desarrollado una cartera de productos de tabaco y nicotina sin combustión, diseñados para satisfacer las preferencias de los consumidores adultos. Estos nuevos productos, que están respaldados por la ciencia, ofrecen a los fumadores de estas edades alternativas con menor riesgo, y proporcionan una satisfacción comparable en lo que respecta al aporte, el uso y los aspectos sensoriales de la nicotina.

P. ¿Qué métodos podrían ser más eficaces para reducir la prevalencia? 

R. Creemos que los gobiernos deberían centrarse en la reducción de los daños del tabaco como una estrategia de salud pública para reducir la prevalencia y el impacto negativo del tabaquismo. Los productos alternativos no están exentos de riesgos y son adictivos, pero según las evidencias, suponen un riesgo reducido en comparación con seguir fumando. Pensamos que las autoridades deberían apoyar el acceso a ellos para los fumadores adultos, no restringirlo. Una regulación responsable, respaldada por la ciencia y bien pensada, es esencial para garantizar que los fumadores que, de otro modo, seguirían fumando, puedan acceder a los productos de riesgo reducido¹.

P. ¿Cree que las administraciones públicas están haciendo lo suficiente? ¿Qué queda por hacer?

R. Aunque en algunos países se está avanzando, aún queda mucho trabajo por hacer para educar e informar a la sociedad sobre el potencial de riesgo reducido de los productos alternativos. Una encuesta reciente de 2018 mostró que el 62% de los encuestados de seis países europeos consideraban que los cigarrillos electrónicos eran más perjudiciales que los cigarrillos convencionales, un aumento respecto del 59% de 2016². Esto es así a pesar del creciente conjunto de pruebas y del reconocimiento de numerosos organismos de la salud pública que afirman que los productos alternativos de tabaco y nicotina son de riesgo reducido en comparación con el consumo continuado de cigarrillos convencionales. Creemos que es preciso intensificar los esfuerzos para informar adecuadamente y animar a los fumadores adultos a cambiar a productos de tabaco y nicotina alternativos

«Es preciso intensificar los esfuerzos para informar adecuadamente a los fumadores adultos sobre los nuevos productos»

P. Las empresas tabaqueras suelen presentar los productos de tabaco calentado (THP) y los de vapeo como una alternativa de «daños reducidos». Sin embargo, según la OMS, también exponen a los consumidores a emisiones tóxicas, muchas de las cuales provocan cáncer, y actualmente no hay datos suficientes para concluir que sean menos perjudiciales que los cigarrillos convencionales. Otro argumento de las autoridades sanitarias (en este caso, de Sanidad) es que «no hay pruebas sólidas» de que estos dispositivos sean útiles como medios para dejar de fumar.

R. Estos productos no están exentos de riesgos y contienen nicotina. Los cigarrillos presentan graves riesgos para la salud y el tabaquismo es una de las principales causas de muerte prematura y de enfermedades. La comunidad científica está de acuerdo en que es la combustión del tabaco y los tóxicos resultantes en el humo del cigarrillo los principales causantes de enfermedades relacionadas con el tabaquismo, no la nicotina.

Como la nicotina es adictiva y no está exenta de riesgos, algunos reguladores prefieren políticas que hacen hincapié en el abandono completo en lugar de cambiar a productos alternativos que contienen nicotina. Con base a las pruebas, para aquellos fumadores que, de otro modo, seguirían fumando, consideramos que el uso exclusivo de productos alternativos que se fabrican con altos estándares de calidad y de seguridad suponen un menor riesgo para la salud de los consumidores que los cigarrillos convencionales, reducen los daños a la población asociados con el tabaquismo y contribuyen a la reducción de los daños producidos por el tabaco. Una serie de reputadas autoridades sanitarias han expresado opiniones similares.

P. ¿Qué autoridades sanitarias? La OMS asegura que todavía hay falta de evidencia científica.

R. Por ejemplo, destacados investigadores independientes de la salud pública de EEUU sin relación con ningún fabricante de productos de tabaco, han informado que, aunque los cigarrillos electrónicos no están exentos de riesgos, «proporcionan nicotina sin combustión y tienen el potencial de ayudar a los fumadores de tabaco a dejar de fumar. Para las personas que no pueden o no quieren dejar de fumar, los cigarrillos electrónicos pueden, al menos, ayudar a reducir la exposición a diversos tóxicos generados por la combustión, lo cual resulta ser menos perjudicial para la salud, sobre todo si los fumadores pueden reemplazar por completo los productos de nicotina de combustión por productos sin combustión³».

Asimismo, el Real Colegio de Médicos de Reino Unido ha concluido, después de una revisión exhaustiva de los datos pertinentes, que «es poco probable que el peligro para la salud derivado de la inhalación de vapor a largo plazo de los cigarrillos electrónicos disponibles en la actualidad supere el 5% del daño causado por fumar tabaco», y que «las evidencias disponibles hasta la fecha indican que los productos de vapeo se utilizan casi exclusivamente como alternativas más seguras al cigarrillo⁴»

En cuanto a los productos para calentar el tabaco, la agencia de salud pública de Inglaterra, ‘Public Health England’, en 2018 advirtió que: «Las evidencias disponibles sugieren que los productos de tabaco calentado pueden ser considerablemente menos dañinos que los cigarrillos de tabaco⁵». Además, BAT ha publicado una amplia gama de estudios científicos revisados por expertos que corroboran nuestros puntos de vista sobre los productos de tabaco calentado y sobre el vapeo. Creemos que las autoridades sanitarias interesadas en la reducción de los daños por el tabaco deberían tener en cuenta estos y otros muchos estudios que indican el potencial de los productos alternativos para contribuir a la reducción de los daños del tabaco.

P. ¿Habéis llevado a cabo estudios recientes?

R. En ‘Internal and Emergency Medicine’ se han publicado recientemente los resultados de los seis primeros meses de un estudio de un año de duración que BAT realizó sobre su dispositivo de tabaco calentado, gloTM. Los participantes en este estudio controlado aleatorio de un año de duración eran fumadores residentes en el Reino Unido con edades comprendidas entre los 23 y los 55 años y con buena salud general, incluyendo tanto a participantes que querían como que no querían dejar de fumar. Los fumadores que no querían dejar de fumar fueron asignados aleatoriamente a seguir fumando cigarrillos o a pasar a usar sólo gloTM, mientras que los fumadores que indicaron que querían dejar de fumar recibieron terapia de sustitución de nicotina y acceso a un asesor para dejar de fumar. También se incluyó un grupo de «nunca fumadores» para que actuaran como grupo de control y siguieran sin consumir ningún producto de tabaco o nicotina.

P. ¿Cuáles son las principales conclusiones?

R. Es el primer ensayo de éxito controlado y aleatorizado a largo plazo de productos para calentar tabaco que evalúa los biomarcadores de daño potencial. Hasta ahora, nadie había podido demostrar durante un período prolongado que cuando los fumadores habituales pasan de fumar cigarrillos convencionales a usar exclusivamente un producto de calentamiento de tabaco como gloTM, los biomarcadores de daño potencial se reducen a niveles similares a los del abandono del tabaco. Los biomarcadores de exposición disminuyen rápidamente, pero en el caso de los biomarcadores de daño potencial, es necesario realizar estudios más prolongados para que se observen cambios positivos. Por eso, los datos de seis meses son tan importantes para nosotros.

La totalidad de los resultados de los estudios realizados con gloTM respaldan el papel del THP como alternativa menos arriesgada a los cigarrillos para los fumadores que se pasan completamente a gloTM en comparación con el consumo continuo de cigarrillos convencionales.

P. ¿Cuáles son los últimos avances que se han realizado en I+D? ¿Se está desarrollando alguna tecnología innovadora para reducir aún más los daños?

R. Seguimos realizando una importante inversión en I+D en nuestros productos alternativos de tabaco y nicotina, con una inversión de más de mil millones de libras esterlinas desde 2017, y buscamos constantemente productos nuevos o mejorados para ofrecer a nuestros consumidores.

«La Agencia de Salud Pública de Inglaterra dice que los productos de tabaco calentado pueden ser menos dañinos que los cigarrillos»

P. La OMS también afirma que, en la actualidad, no se dispone de datos suficientes sobre los efectos de las emisiones de estos productos en los fumadores pasivos. Teniendo en cuenta que alrededor del 8 % de las muertes por tabaquismo son de fumadores pasivos (personas expuestas al humo indirecto) ¿sus propios estudios han arrojado datos que respondan a cómo se ven afectadas estas personas por el humo indirecto?

R. Independientemente de las diferentes opiniones sobre el impacto del humo indirecto de los cigarrillos, los datos muestran que, dado que en los productos alternativos no se produce combustión, sus emisiones tienen muchos menos agentes tóxicos que el humo de los cigarrillos. Hemos comprobado que tras el uso de gloTM, quedaba en el aire más del 95% menos de partículas que tras fumar cigarrillos, y la mayoría de las sustancias químicas analizadas estaban ausentes o, en el caso de la nicotina, el acetaldehído y el formaldehído tenían niveles de más del 90% más bajos. Los resultados fueron muy similares o mejores en el caso de los productos de vapeo. Estos datos son totalmente coherentes con la conclusión de ‘Public Health England’ de que «hasta la fecha, no se han identificado riesgos del vapeo pasivo en la salud de los transeúntes» y que «en comparación con el humo de los cigarrillos, los productos de tabaco calentado probablemente exponen a los usuarios y transeúntes a niveles más bajos de partículas y compuestos nocivos y potencialmente nocivos⁶». Es importante destacar que tanto el vapeo como los productos de tabaco calentado solo generan emisiones cuando se activan para su uso, a diferencia de los cigarrillos convencionales que emiten humo continuamente, tanto si se inhala activamente como si no.

P. BAT ha declarado en repetidas ocasiones que estos productos de tabaco calentado y vapeo solo son aptos para fumadores adultos, pero no se puede ignorar, aunque sea solo como precaución, que los jóvenes pueden acercarse a estos dispositivos si los perciben como «menos dañinos». ¿Qué medidas estáis tomando para evitar que los jóvenes se inicien en el uso de estos nuevos productos

R. Nuestros productos se dirigen únicamente a los fumadores adultos. Los principios del marketing internacional (IMP), que se introdujeron por primera vez en 2001, rigen la comercialización en todas nuestras categorías de productos en todo el mundo: establecen nuestro estándar mínimo y se aplican incluso cuando son más estrictos que las leyes locales. Se actualizan periódicamente para adaptarse a los cambios en las prácticas de marketing, la normativa y las prácticas recomendadas.

Un requisito fundamental de nuestro IMP radica en que todo el marketing de nuestros productos esté dirigido únicamente a consumidores adultos y no esté diseñado para atraer a los jóvenes. Algunos ejemplos de actividades de prevención de consumo a menores que llevamos a cabo en los diferentes países donde operamos son: el apoyo a los sistemas de comprobación de la edad, la formación de los minoristas para que comprendan mejor las leyes sobre la edad mínima y su responsabilidad a la hora de cumplirlas, y el suministro de material de punto de venta para exponer en las tiendas minoristas con mensajes de prevención.

P. ¿Es posible saber qué grupos de personas consumen actualmente productos para calentar tabaco (THP) y de vapeo?

R. Los estudios indican que la inmensa mayoría de las personas que consumen productos de vapeo tienen un historial de consumo de tabaco. Por ejemplo, un reciente estudio de revisión realizado por ‘Public Health England’ informa que «el vapeo sigue siendo más común entre fumadores y exfumadores, y menos del 1% de las personas que nunca han fumado lo hacen actualmente⁷». En cuanto a la demografía del uso de THP, un reciente estudio a gran escala con más de 28.000 sujetos en 28 países europeos afirma que los fumadores y exfumadores de tabaco tenían 37 veces más probabilidades, respectivamente, de usar THP que las personas que nunca habían fumado⁸.

Como parte de nuestro marco de evaluación de riesgos, generamos datos sobre el riesgo para la población a través de la vigilancia posterior a la comercialización. En estos estudios, encuestamos a una población definida (incluidos fumadores, exfumadores y no fumadores) para estimar los efectos en toda la población de la introducción de un nuevo producto de tabaco o nicotina en el mercado. El comportamiento de consumo natural de una población a lo largo del tiempo se monitoriza para comprender los efectos potenciales relevantes para la reducción de los daños del tabaco.

«De cara al futuro queremos centrarnos en productos de tabaco y nicotina de riesgo reducido y con fundamento científico»

También generamos datos de modelos epidemiológicos. A partir de los datos disponibles sobre salud y comportamiento de los consumidores de años anteriores, se desarrollan modelos algorítmicos para predecir el posible impacto en la salud pública de la introducción de productos alternativos particulares en el mercado, utilizando una serie de supuestos para trazar escenarios probables. Estos modelos caracterizan las importantes contribuciones a la reducción de daños que pueden ofrecer los productos alternativos⁹.

P. Todas las empresas del sector llevan años transformándose, ¿qué cambios se están produciendo en BAT? ¿Nuevos servicios, nuevos productos, nueva tecnología o ciencia?

R. En BAT, tenemos el claro propósito de construir un Mañana Mejor (‘A Better Tomorrow’) reduciendo el impacto de nuestro negocio en la salud. BAT es una empresa internacional, centrada en el consumidor y multi-categorías, cuyo núcleo es la sostenibilidad. Lograremos nuestro propósito centrándonos en productos de tabaco y nicotina de riesgo reducido y con fundamento científico, pero no nos detendremos ahí.

P. ¿Cuál será el lugar de los productos THP y de vapeo en la sociedad en el futuro?

R. Nos dedicamos al desarrollo y la comercialización de productos alternativos de tabaco y nicotina sin combustión, que liberan nicotina y ofrecen a los fumadores una alternativa agradable y de menor riesgo. Esperamos que todas las partes interesadas se comprometan con nosotros para garantizar la máxima contribución de estos productos a la reducción del daño causado por el tabaco. Los consumidores merecen un acceso informado a estos productos como alternativa a fumar cigarrillos convencionales. Nos hemos fijado objetivos ambiciosos. Pretendemos conseguir que 50 millones de consumidores utilicen nuestros productos sin combustión en 2030.

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